Veinte minutos de nuevo aquí, solo,
Intervalo catastrófico y de polémica
Donde todo da igual y simplemente hay que razonar
En la taciturna existencia, la sombría coincidencia
Y no han pasado cinco minutos en esta menoscabada y grosera mesa
Cuando ya se presienten esos pensamientos
Se filtran y se funden con el espíritu
Y lo hacen con tal pericia insoslayable
Que no admiten clemencia, ni siquiera súplica.
Entonces se apoderan de esos momentos
De esos instantes de conclusiones y confusiones
Pensamientos, pensamientos,
Toman forma, se materializan
La mente por lo tanto se satura y deleita
De ideas oscuras que paralizan la hipocresía del caos
Ya que no hay motivo, por el cual haya terminado en este lugar
No hay fundamento para tal vorágine de desespero
Llega el dinamismo y las ideas de sublevación
Que tanto han hartado esta esencia interior
Pero es sólo por momentos, en que el otro se ha ido
En que ese ente se ha escabullido y adormecido
Cuando la euforia es capaz de contrapesar la balanza
Ese antiguo artilugio que no es propiedad de nadie
Que puede hacer decaer a muchos, por el bien de otros cuantos
Ellos, mis leales partidarios, que así como yo saben algo
Que esos veinte minutos se acaban rápido
Que esa motivación, no es más que un interludio
Para el regreso del ente, de quien decide, de quien te ordena
Tu propia máscara.
1 comentario:
Me gusto mucho el final,de plano cuando la lees te imaginas hasta en k postura stabs cuando la escribiste jajaja buena =D
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